Negocios

Los chinos compran más y pagan menos

Un mayor volumen de commodities por un precio más bajo

Los países sudamericanos enviaron  más recursos naturales a China el año pasado que en el  2014 y a un precio mucho más bajo, incurriendo en una pérdida en el nivel de ingresos de exportación y planteando serias dudas sobre la sostenibilidad del  compromiso económico entre ambas subregiones.

El volumen de soja, mineral de hierro, cobre y petróleo exportados a China proviene de los tres mayores productores de cada producto  en América del Sur y fue de  308.8 billón kg en 2015,  aumentando un 14,63% con respecto a los 269.4 millones del año anterior. Sin embargo, el precio promedio por kilogramo de estos productos se redujo en un 31,26% a partir de US $ 0.28, en el 2014, a US $ 0.19 el año pasado, lo que se traduce en una reducción de los ingresos totales en un 21,2%, según los datos obtenidos por Diálogo Chino en un sitio web especializado en el sector aduanero y  supervisado por el Centro de Información Aduanera de China.

Mientras que la demanda china de materias primas sigue creciendo, aunque a un ritmo más lento que en los últimos años, los exportadores de América Latina – principalmente la de los países del Mercosur – en gran medida, han ignorado “la nueva normalidad”  sobre las  proyecciones de la tasa de crecimiento de 6-7% anunciadas por Pekín, según Enrique Dussel Peters, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Las economías orientadas a la exportación de la región han mantenido altos niveles de producción, lo que contribuye a un exceso de oferta mundial y un consecuente deterioro de los precios.

“Por lo menos durante cinco años, China ha dicho que su demanda de materias primas y otras importaciones sería revisado, pero América Latina no ha sido consciente de esto”, dijo Dussel Peters a Diálogo de Chino.

Las estadísticas corroboran los datos chinos sobre la importación de commodities a nivel global. A pesar de que las cifras del Producto Bruto Interno Chino (PBI) chino han dejado de crecer a valores de dos dígitos desde 2010, las importaciones totales de mineral de hierro lograron aumentar un 2,2% en 2015. Según Mei Xinyu, investigador del Ministerio de Comercio de China, las compras de petróleo crecieron un 8,7% de enero a noviembre del año pasado y la importación de alimentos se disparó, registrando un aumento del 27,3% durante el mismo periodo, según datos de Bloomberg.

La caída global  del precio de las commodities ha causado una  turbulencia económica significativa en las principales economías de la región, como Brasil, un importante exportador de petróleo, hierro, y soja, que en la actualidad se encuentra en una profunda recesión. Proveedores de petróleo como Venezuela y Colombia, productoras de soja como  Argentina y otros países que dependen de la demanda de China, como es el caso de Perú y Chile como exportadores de cobre, también están sintiendo el impacto.

El Índice de Precios de Commodities Primarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que el nivel de precios de los productos ha vuelto a registrar niveles semejantes a los observados poco después de explosión de la crisis financiera internacional de 2008, sin señales inmediatas de recuperación.

“El precio de los commodities no llegará ni siquiera a acercarse a los picos que registraba antes”, afirmó Alejandro Werner, director del departamento del hemisferio occidental del FMI, durante una conferencia realizada en la Americas Society/Council of the Americas, en enero.


Modelo agotado

Un estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destaca que en los últimos 15 años, los commodities han representado el 73% de las exportaciones de la región latinoamericana hacia China, mientras que los productos industriales significaron el 6%.

Rhys Jenkins, economista de la Universidad de East Anglia, expresó su preocupación ante la dependencia de Sudamérica por  las materias primas: “Esto efectivamente, refleja  el problema de la  dependencia en mercados de commodities muy volátiles, que fue reforzado por los cambios en la estructura de las exportaciones de América Latina durante el auge de las commodities “, afirmó al observar las cifras recopiladas por Diálogo Chino.

El aumento de las presiones ambientales arrojó aún  más dudas sobre la viabilidad a largo plazo del modelo, según expresa con Ron Pinneo, investigador del Consejo de Asuntos Hemisféricos. “El surgimiento de una China más orientada al capitalismo hizo que muchos países florecieran económicamente en las décadas recientes, a pesar de haberlo hecho en una forma ambientalmente no sostenible”.

Más perjuicio para el medio ambiente

Nuevos datos que todavía no han sido publicados, obtenidos por Diálogo Chino de Glen Peters, un investigador del Centro de Investigación Internacional del Clima y el Medio ambiente de la Universidad de Oslo, muestran que desde 2008 a 2013, durante el auge del súper ciclo de los commodities, las exportaciones de América Latina y el Caribe hacia China, que está compuesta mayoritariamente por productos de agricultura de alto carbono y sectores extractivos,  generaron un promedio de 2kg de CO2 por cada dólar recibido de ingresos.

Las exportaciones de la región hacia otros destinos, que incluyen una mayor proporción de las manufacturas y otros bienes, generaron 1,7 kg de CO2. La actividad económica general (el valor de todos los bienes y servicios) fue responsable de 0,6 kg de CO2.

Con respecto al uso y contaminación del agua asociados a las exportaciones hacia China, es también una preocupación para los expertos. De acuerdo con Water Footprint Network, en el mismo período de cinco años (2008-2013), la relación entre los productos que se enviaban al país asiático es de 2,6 metros cúbicos de agua en el proceso de producción por dólar de los ingresos, mientras que las exportaciones latinoamericanas a otros países registraron un impacto de 0,9 metros cúbicos de agua y la actividad económica en general es de apenas 0,2 metro cúbico.

“Las exportaciones de América Latina a China están asociadas con las emisiones de gases de efecto invernadero a un 15% más alto y más del doble de uso y contaminación del agua que las otras exportaciones”  sostuvo Rebecca Ray de la Universidad de Boston a Diálogo de Chino. Siguiendo el mismo razonamiento y considerando la actividad económica en general, las exportaciones latinoamericanas hacia China triplican las emisiones de gases y multiplican por diez el uso del agua, añade Ray.

Pinneo sostiene  que los chinos se  han dado cuenta de las consecuencias negativas de una relación comercial basada únicamente en las materias primas y se han realizado reuniones de alto nivel con los gobiernos de la región para crear nuevas oportunidades, incluidas las asociaciones industriales e inversiones en infraestructura.

“Los chinos están empezando a buscar oportunidades para unirse a Bolivia en la minería de litio y en la producción de baterías de litio”, asegura.

En un amplio estudio publicado por la London School of Economics sobre la crisis que enfrentan las economías emergentes, su autor Álvaro Méndez sugiere que la investigación y el desarrollo, apoyado por un plan geoestratégico a largo plazo y un mayor diálogo son las claves para lograr un menor nivel de dependencia de las exportaciones de commodities.

“La relación entre China y América Latina debe ir más allá del comercio”, dice Dussel Peters, que apunta a la importancia de enfocarse en la inversión extranjera directa, en clústeres de manufactura, para permitir la especialización tecnológica de valor agregado, además de avances en la educación y el turismo.

Dussel Peters cree que el fortalecimiento de las plataformas multilaterales existentes, tales como el Foro China CELAC, apoyarán una asociación basada en el beneficio mutuo. También recomienda la creación de nuevos organismos nacionales y regionales para el impulso de  la planificación y visión estratégica. “Es sorprendente lo pocas y lo débiles que son las instituciones que tenemos hoy”, dice.