Comercio & Inversión

La proyección internacional de los candidatos a la presidencia del Ecuador

Posibles implicaciones para la relación sino-ecuatoriana
<div class="post_image">En la última encuesta, Lenín Moreno alcanzó 45.7% de los votos totales, frente al 41.5% de Guillermo Lasso (imagen: <a href="https://www.flickr.com/photos/agenciaandes_ec/32942920212" target="_blank" rel="noopener">Agencia de Noticias ANDES </a>)</div> <div class="post_text"></div>
En la última encuesta, Lenín Moreno alcanzó 45.7% de los votos totales, frente al 41.5% de Guillermo Lasso (imagen: Agencia de Noticias ANDES )

El Ecuador está atravesando una contienda electoral, en la que están en juego dos modelos de gobierno distintos que pretenden generar empleo y proteger al país de los efectos de la crisis económica internacional. Por su lado, Lenín Moreno (Alianza País) defiende el modelo de bienestar social liderado por el Estado ecuatoriano instalado durante la última década por el gobierno de Rafael Correa, y por su lado, Guillermo Lasso (CREO) plantea un modelo corporativo-empresarial. Ambos candidatos han expresado su interés por continuar las relaciones con China, pero con diferentes matices.

Ninguno de los candidatos, que será elegido ese 2 de abril, puede darse el lujo de ignorar dos factores en el ámbito internacional—reconocidos desde enfoques tanto de izquierda como de derecha—con fuerte incidencia sobre los procesos desarrollo alrededor del globo: el acenso de China y la crisis económica. Está claro que ambos candidatos tienen consciencia plena sobre el rol prioritario que juega China como actor con peso sobre el sistema internacional, como consta en las referencias específicas al Gigante Asiático en sus planes de gobierno.

China ha sido el protagonista del proceso de la globalización al convertirse en la fábrica del mundo. Lo que ha sido interpretado en América Latina como una oportunidad de adquirir bienes de consumo a bajo precio, pero también la ocasión para ingresar al mercado más grande en el mundo, y el acceso a una importante fuente de inversión y financiamiento para el desarrollo. En el caso del Ecuador, China es su principal socio financiero, y según fuentes oficiales, la deuda con China representa aproximadamente un 30% del total de la deuda.

El segundo factor al que se alude es la crisis económica. A partir de la crisis financiera del 2008, el comercio a nivel global ha experimentado una tendencia a la baja, acompañada del fin del ciclo de los commodities. Esto último se debe, en parte, a la caída de la demanda china de productos primarios, lo cual ha impactado fuertemente a los países de la región exportadores de estos productos. En el ámbito de las finanzas para el desarrollo, se ha experimentado una disminución debido a la ralentización del crecimiento económico de los países industrializados. Como resultado, se ha visto una reducción en los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) a nivel global.

Los impactos de la crisis en América Latina se han sentido fuertemente sobre la producción y el comercio, con diferentes matices, y han causado un fuerte desgaste de los tejidos sociales de los países de la región. En el caso de Ecuador, se señalan al menos cinco factores adicionales que han agravado la situación: la tendencia a la baja de los precios del crudo, un pago de aproximadamente mil millones de dólares a OXY y Chevron en el 2016, la caída de la recaudación tributaria, el terremoto de abril de 2016 cuya reconstrucción a sumado aproximadamente dos mil millones de dólares, y la devaluación de las monedas de los países vecinos. En ese sentido, al Ecuador le corresponde mantener una política exterior que priorice aquellos intercambios que le permitan consolidar el cambio de su matriz productiva y de su matriz energética.

Peso de China en el sistema internacional y en América Latina y el Caribe

Hasta el momento, las relaciones con China han sido mutuamente beneficiosas en algunos aspectos, pero podrían mejorar. China tiene grandes retos que le obligan a voltear su mirada hacia los países de la región: según la CEPAL, el país Asiático tiene 1.3 billones de habitantes, y tan solo el 7% de la tierra cultivable en el mundo. Por estas razones, Latinoamérica es un importante mercado para el país Asiático, no solo como fuente de recursos extractivos, sino que también tiene el potencial para ampliar sus exportaciones de productos agrícolas. Por otro lado, China se ha convertido en un socio estratégico para el fomento de proyectos de desarrollo, en países como Venezuela, Ecuador y Argentina. Países que han sido recipientes de inversión china para la construcción de infraestructuras para la explotación de recursos naturales (refinerías, hidroeléctricas, etc.), transporte, salud y educación, entre otras. Sin embargo, no todo es color de rosa, también existen problemáticas ambientales y económicas—por ejemplo, se requiere analizar la deuda externa que países como Ecuador mantienen con China—, que merecen mayor atención.

Contraste de las propuestas de los candidatos

Moreno comparte la visión de Xi Jinping, en cuanto a la necesidad de consolidar el sistema internacional multipolar. El candidato de Alianza País sostiene en su plan de gobierno que América Latina debe unirse como bloque, y así profundizar las relaciones con China y Rusia, países que comparten su tesis sobre la democratización del sistema internacional. En el ámbito del multilateralismo, Moreno propone impulsar su reforma del sistema financiero internacional, en particular su propuesta sobre paraísos fiscales, en el seno del G77+China. Lasso no tiene una propuesta sobre una agenda concreta a tratar en este organismo internacional.

En el ámbito comercial, Lasso habla de entablar acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, China, India y Japón y con la Alianza del pacífico. Mientras que Moreno propone fortalecer las relaciones comerciales intrarregionales, y las relaciones de comercio Sur-Sur.

En el ámbito de las finanzas y la inversión, Moreno propone ampliar las relaciones existentes con China en los sectores del turismo, agroindustria, tecnología y financiamiento. Mientras que Lasso no ha expresado su intención de fortalecer las relaciones con China fuera del ámbito comercial. Sin embargo, el candidato de Creo propone “transparentar” los créditos pactados por el gobierno actual, la mayor parte de ellos provenientes de China. Finalmente, Ambos candidatos proponen reestructurar la deuda externa. Según Lenín Moreno China a mostrado una apertura para ello.

El líder chino Xi Jinping, ha sido explícito en cuanto a que no tiene reparos ideológicos que limiten el potencial de China para relacionarse con otros países. A manera de cierre, parecería que las relaciones sino-ecuatorianas tendrán un mayor perfil en el hipotético gobierno de Lenín Moreno, que en el de Guillermo Lasso, debido a la orientación ideológica del candidato de Alianza País. Sin embargo, en ambos casos se mantendrían lazos en los ámbitos del comercio, las finanzas y la inversión. Ambos Lasso y Moreno mencionan la importancia de diversificar su socios comerciales y financieros. Sin embargo, para el candidato del partido CREO, lograr un mayor acercamiento con Estados Unidos parece ser una de las principales metas de su gobierno.

China ha mostrado un alto interés por fortalecer su relaciones con Ecuador, como lo demuestra la visita del presidente Xi Jinping a Ecuador en el 2016. La relación con China no deja de tener asimetrías que funcionan a favor del país Asiático, motivo por el cuál es importante que el nuevo líder ecuatoriano busque promover la construcción de un bloque que le permita negociar en mejores condiciones con su contraparte. El plan de gobierno de Moreno apunta en esta dirección. La propuesta para el desarrollo de Guillermo Lasso, más bien gira en torno a la flexibilización de todo tipo de mecanismos que protegen a la industria ecuatoriana. Además, no tiene ninguna consideración sobre como fortalecer a la región para que actúe como bloque frente al resto del mundo. China es un aliado importante, pero para aprovechar el potencial de esta relación, se requiere de un líder con perspectiva estratégica a largo plazo, no uno ansioso por llevar la relación a su máxima expresión.