Negocios

Crisis china afecta a América Latina

Las consecuencias para el medio ambiente pueden ser aún peores

La reciente volatilidad de la economía china involucra a todo el planeta, pero afecta especialmente a una parte del globo: América Latina. Durante el año pasado, China extrajo más de U$S 200 mil millones de soja y minerales de las tierras latinoamericanas. El comercio bilateral entre el subcontinente y la nación asiática creció a un promedio de un 23% desde 2008. Más del 80% de las exportaciones latinoamericanas hacia el tigre asiático se concentran en cuatro productos: soja, petróleo, cobre y hierro. Las consecuencias ya malas para el medio ambiente podrían  ser aún peores.

“Podrían darse dos escenarios. En el primero, China invierte menos en la extracción de materias primas en la región y así,  reduciría la presión ambiental. En el segundo, China busca disminuir sus costos de producción y presiona para obtener una baja en los precios internacionales de las materias primas. Si la segunda hipótesis se concreta, los países productores tendrían que incrementar los volúmenes de extracción para mantener sus ingresos, generando un incremento de  la presión ambiental”, alerta Paulina Garzón, directora de Iniciativa para las Inversiones Sustentables China-America Latina.

La especialista afirmó a Diálogo Chino que será difícil anticipar cuáles serán las consecuencias ambientales ante la baja del crecimiento chino. En lo que respecta a las cuestiones vinculadas  al medio ambiente, no hay grandes cambios si China crece a un 9% o a un 6% este año. La cultura extractivista y de exportación de productos primarios seguirá existiendo por muchos años más. América Latina es una pieza fundamental en el desafío global de proveer alimentos y materias primas a 1.300 millones de personas.

Si bien, durante la última década, el gigante asiático necesitó productos primarios de manera constante y se prevé que dicha necesidad continúe de la misma forma, los países latinoamericanos temen que el actual escenario macroeconómico chino impacte en las exportaciones de commodities hacia el país más populoso del mundo. Por cada punto porcentual de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) chino, su impacto en América latina repercute en un crecimiento de 0,7 puntos.

“La expectativa general es que el comercio bilateral con América Latina crezca en los próximos años, aunque a un ritmo más lento. La demanda de commodities de la región sigue siendo alta, aunque el crecimiento registra una desaceleración y los precios internacionales,  en algunos casos,  han caído. Especificamente, para los productos agrícolas, se espera que su demanda siga en alza y en los próximos años crezca”, según le expresó a Diálogo Chino Margaret Meyers, directora del programa para China y América Latina del Inter American Dialogue.

Las exportaciones de soja hacia China pasaron de un total de US$ 75 millones en 1995 a US$ 38 mil millones en 2014. Para Brasil, Argentina y Uruguay éste es el principal producto de exportación hacia China, utilizado principalmente para alimentar ganado. El aumento de los ingresos registrados en los últimos años generó que los chinos comiencen a consumir más carne.

La cantidad de hierro que Brasil exporta hacia China representa un 23% de las necesidades del país asiático, que a su vez es un feroz comprador de dicho mineral a nivel planetario, ya que adquiere un 77% de la producción mundial. En los últimos años, los chinos incrementaron su demanda de hierro en un 60%. Honduras, Chile, México y Perú también son otros importantes exportadores de hierro hacia China.

Acostumbrada a crecer a un ritmo de aproximadamente un 9% al año, China enfrenta un escenario de expansión más conservador, con una expectativa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de aproximadamente un 6%.

Los inversores están nerviosos y la bolsa de Pekín viene acumulando pérdidas que alcanzaron casi un 40% en el corriente año. La industria nacional no  se encuentra en sus mejor performance  y los resultados presentados en el primer semestre generaron una enorme preocupación.

Desde el 11 de agosto, fecha en la cual el Banco del Pueblo de China (PBoC) tomó la decisión de desvalorizar la moneda china, el yuan experimentó niveles nunca vistos desde 1994, provocando el aumento  del pesimismo entre los inversores.

Sin embargo, para Fabiana D’Atri, directora de economía del Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC), la desvalorización del yuan debería contenerse, teniendo un impacto muy limitado sobre el comercio entre las regiones, y todavía más si se tiene en cuenta que la moneda de los países latinos ha mostrado una depreciación mucho más acentuada en relación al dólar”.

Los países que pueden sentir los efectos del enfriamiento de la economía china debido a su fuerte dependencia económica son, en orden: Costa Rica, Colombia, Uruguay, Venezuela, Brasil, Panamá, Perú, Chile, Guyana y Argentina, según el paperMidiendo la dependencia de las exportaciones de América Latina hacia China”, publicado en agosto por analistas de la oficina Hong Kong del banco BBVA.

El estudio también afirma que, desde 2008 al 2014, la dependencia de las exportaciones de madera provenientes de Guyana, Belice, Surinam, Nicaragua y Panamá creció un 625%.  En el caso de Uruguay, la dependencia de la exportación de carne durante dicho período creció un 511%.

El economista Daniel Perrotti estima que “las exportaciones de América Latina hacia la República Popular de China podrían aumentar un promedio del 10% anual, en el caso de que se confirmen los pronósticos del FMI que indican que la segunda economía mundial crecerá a un ritmo del 6,8% anual durante los próximos cuatro años”, de acuerdo con un reciente artículo publicado por la revista mensual de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).